FRENTE A FRENTE

martes, 5 de agosto de 2008

Puente de la Muza


El Puente Viejo de Balmaseda o puente de La Muza, es uno de los puentes medievales de Vizcaya que ha sobrevivido a los avatares de los tiempos.
Esta estructura esta ubicada en el espacio secundario del sistema viario de Balmaseda.
De construcción anónima, declarada monumento nacional, constituye un símbolo de la villa y una obra de gran referencia en la arquitectura medieval vizcaína.(s-XII/XIII)

La villa de Balmaseda fue cámara del Señorío de Vizcaya en la Edad Media, lo que equivale a plaza fiscal, aduanera, punto financiero importante del reino de Castilla en el área del Cantábrico, en su parte oriental.
Al parecer fue Juan II quien estableció en Balmaseda lo que se dio en llamar puerto seco, aduana recaudatoria de los diezmos que producía el tráfico marítimo entre Castilla y los puertos del Cantábrico, Laredo, Castro Urdiales o Bilbao. Balmaseda junto con Vitoria y Orduña constituían los tres puertos secos del área.
Balmaseda, villa desde 1199, era lugar que acogía población heterogénea, artesana, labradora y comerciante (aljama de judíos poderosa); y el constituir centro estratégicamente situado en el fondo de un valle recorrido por un viejo camino que comunica el norte de Burgos con el Cantábrico y punto equidistante entre los lugares antes señalados y Medina de Pomar (residencia y corte de los condestables), distancias que se recorrían en casi una jornada.
La propia infraestructura viaria del entorno favorecía, además, el asentamiento aduanero en Balmaseda: un puente de piedra, muy seguro, cruzaba en ella el cauce del río Cadagua o Salcedón.
El Puente Viejo de Balmaseda, llamado Puente de la Muza, cruza el río Cadagua al sur de la población entre los barrios del Cristo y San Lorenzo. Este barrio, aún hoy un tanto intrincado de trazado, es el lugar donde se asentó la aljama judía.
El Puente de la Muza se asienta en roca al menos en una de sus cepas, lo que le ha hecho prevalecer de modo estable sobre las grandes avenidas padecidas durante siglos, conservando su estructura original sin grandes deterioros y resistiendo los embates de las inclemencias meteorológicas, batallas y trafico de grandes carretones de transporte sin fisura alguna.


El puente Viejo de Balmaseda se traza en recto sobre un perfil alomado que determina tres arcadas, dos laterales bajas y una central más elevada y amplia. Es el trazado de este puente prácticamente simétrico con eje en el centro del ojo central.
Los puntos de apoyo de la fábrica son, en primer lugar, las dos orillas, sin manguardias visibles al presente y después, las dos cepas dentro del cauce, perpendiculares al eje del puente.
El diseño del alzado del puente, está determinado por tres arcos de medio punto, siendo el central un medio punto perfecto que confunde su base con el nivel normal de las aguas, formando su reflejo en estas un círculo perfecto. La fábrica es cuidada; la sillería le presta una dignidad muy notable. La rosca de los arcos está constituida por dovelas trapeciales de espesor diferente en el vano mayor y en los dos menores, labradas en piedra arenisca grisácea y tostada.
En la imagen del Puente de la Muza de Balmaseda, tan importante como el diseño de sus tres ojos, es el torrejón, que sustentó la puerta de acceso y el cuartel del destacamento de la guardia y aduaneros, ocupantes de la parte superior del edificio. Dicho torrejón se asienta sobre el pilar mas próximo a la ribera derecha del río Cadagua.
De Josune Etxebarria Esparta(de Fotocommunity.com)

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